jueves, 2 de junio de 2016

Conociendo a Dios desde nuestras debilidades

Conociendo a Dios desde nuestras debilidades

“Yo estoy contigo; eso es todo lo que necesitas. Mi poder se muestra mejor en los débiles” 2 Cor 12,9

Todos tenemos debilidades y todos recurrimos a máscaras. Todos tenemos defectos, físicos, emocionales, intelectuales y espirituales. Lo más importante es que hacemos cuando aparecen. Solemos negarlas, las defendemos, las excusamos, las ocultamos. Pero esto impide que Dios nos pueda sanar.

Dios tiene una mirada diferente sobre nuestras debilidades. En Isaías 55,9 Dios nos dice:Mis pensamientos y mis caminos son más altos que los tuyos”, Pensamos que Dios solo quiere usar nuestras fortalezas pero también quiere usar nuestras debilidades. 1Cor 1,27 dice “Dios escogió lo débil del mundo para avergonzar a los poderosos”.

Nuestras debilidades no son accidentales, Dios las ha permitido para demostrar el bien que puede hacer en nosotros. A Dios nunca le impresionó la fuerza ni la autosuficiencia, Dios se goza atendiendo a los que son conscientes de su debilidad y necesitamos cambio.

La biblia está llena de narraciones de personas imperfectas y ordinarias que Dios las usa para hacerlas extraordinarias a pesar de las debilidades. Que Dios use a los imperfectos es muy alentador para todos nosotros.

Una debilidad es cualquier limitación que tengas o heredaste y no tengas poder para cambiarla, puede ser una limitación física o una enfermedad. Puede ser una limitación emocional, como un trauma, un recuerdo injurioso o una disposición hereditaria o puede ser una limitación intelectual.

Cuando piensas en las limitaciones que hay en tu vida, piensas: “Dios nunca podría usarme”  Pero a Dios no lo detienen nuestras limitaciones, El disfruta poner su poder en envases comunes. La Biblia nos dice: “Tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros” (2Cor 4,7) Al igual que la artesanía común somos frágiles, defectuosos y fáciles de quebrar, pero Dios nos usará si le permitimos trabajar por medio de nuestras debilidades.
Sigamos el modelo utilizado por Pablo:

1.  RECONOCER NUESTRAS DEBILIDADES: Admite tus errores, deja de pretender que tienes todo bajo control, sé honesto contigo mismo, en lugar de vivir negando o sacando excusas, toma tiempo para reconocer tus debilidades y has una lista de ellas. Si quieres que Dios te cambie, debes reconocer quien es Dios y quien eres tú. Pedro lo hizo muy bien en Mateo 16,16 cuando reconoce y dice: “ Tu eres Cristo, el hijo de Dios viviente”

2. ALEGREMONOS CON NUESTRAS DEBILIDADES: Pablo dice: ”Por eso prefiero sentirme orgulloso de mi debilidad, para que el poder de Cristo se muestre en mi”  2Cor 12,9. La debilidad nos hace depender más de Dios, cuando te sientas débil, Dios te estará recordando que dependes de Él. Muchas veces Dios conecta a nuestra debilidad una fortaleza para mantener nuestro ego controlado .Nuestras limitaciones nos animan al compañerismo entre creyentes, es el apoyo que surge en nuestro grupo EMAUS, ayudándonos unos a otros a salir adelante, cuando tejemos las trenzas débiles de nuestras vidas, se crea una soga muy fuerte, igual debemos hacerlo en la familia. Estamos muy lejos de ser misericordiosos y considerados con las debilidades de los demás.

3.  COMPARTAMOS NUESTRAS DEBILIDADES, QUITÉMONOS LAS MÁSCARAS. Reconozcamos nuestras máscaras, quitémonosla y dejemos actuar a Dios. En Rm 7,19 Pablo nos dice: “Cuando quiero hacer lo bueno, no lo hago y cuando trato de no hacer lo malo, lo hago” Cuándo revelas tus fallas, tus sentimientos, tus frustraciones y tus temores te arriesgas a ser rechazado, pero los beneficios valen la pena, contarlos te ayuda emocionalmente, desactiva tus temores y es el primer paso para lograr la libertad. Mientras más sincero seas más recibirás la gracia de Dios. Si todo lo que la gente ve son tus fortalezas, piensan, bien por él, pero yo nunca podré lograrlo, pero cuando vean que Dios te usa a pesar de tus debilidades, eso les consuela y esperan a que Dios los sane.

Las fortalezas generan competencias, mientras que las debilidades generan comunión.

4.  DEMOS GLORIA A DIOS POR NUESTRAS DEBILIDADES: Podremos decir como Pablo en 2Cor 12,5: “De mí no haré alarde, pero de mis debilidades sí.”  Cuando satanás quiera usar tus debilidades, acuérdate de Dios y llena tu corazón de alabanzas a Jesús que entiende cada debilidad nuestra (Hebreos 4,1) y al Espíritu que nos ayuda en nuestra debilidad (Rm 8,26).

Estoy limitando el poder de Dios en mi vida tratando de ocultar mis debilidades con máscaras?

P. Oswaldo Jaramillo Osorio

No hay comentarios:

Publicar un comentario